Los cambios que está provocando la digitalización de la
sociedad tienen que ser aprovechados para modificar hábitos y sistemas que
dificultan la lucha contra la crisis climática, señaló este lunes una red
internacional de científicos.
La organización Future Earth basó su recomendación en un
informe titulado “Trastornos digitales para la sustentabilidad”, que explora
“las oportunidades y desafíos de aprovechar la agenda digital para trastornar
las facetas de sistemas económicos, de gobierno y cognitivos existentes que
están manteniendo la sociedad en un camino de uso intensivo de carbono“.
El informe ha sido redactado con las aportaciones de unos
250 de expertos globales en sustentabilidad y tecnología digital procedentes
del mundo académico, empresarial y la sociedad civil.
La directora ejecutiva de Future Earth, con sede en
Montreal, y directora del informe, Amy Luers, explicó a EFE que mientras las
estrategias para la lucha contra la crisis climática “se concentran en
inversiones sectoriales para la reducción de emisiones, este planteamiento no
es suficiente”.
Es crítico que se produzca, por supuesto, pero es
insuficiente para alcanzar los objetivos. Aunque técnicamente es posible una
descarbonización radical, no hemos podido desentrañar cómo llegar a una
sociedad sin la utilización de carbono”, añadió.
Por ello, el informe “Trastornos digitales para la
sustentabilidad” plantea la crisis climática como un desafío social en el que,
en vez de concentrarse en sectores con elevadas emisiones de carbono, se fija
en las normas, reglas, estructuras de poder y esquemas mentales que limitan la
lucha contra la crisis climática.
Owen Gaffney, del Instituto Potsdam para la Investigación en
Impacto Climático y que participó en la redacción del informe, explicó a Efe
que un ejemplo de lo que “Trastornos digitales para la sustentabilidad” propone
es el uso del comportamiento de miles de millones de consumidores de todo el
mundo en favor de la lucha contra la crisis climática.
Las principales plataformas digitales de todo el mundo
podrían primar la publicidad de productos con un bajo impacto de carbono en vez
de otros que utilizan más carbono y por tanto contribuyen a la crisis
climática“, dijo Gaffney.
Luers incidió que “la promesa inicial de la revolución
digital era la democratización de la información, más responsabilidad
gubernamental y el crecimiento de una economía más igualitaria y más ecológica.
Pero muchas de esas aspiraciones no se han hecho realidad”.
Pero nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial,
tienen el potencial de mejorar los sistemas económicos, la gobernabilidad e
incluso los sistemas cognitivos, señalaron los autores del informe.
Para ello es necesario dirigir los efectos de la revolución
digital en marcha para alcanzar los objetivos de la sustentabilidad.
Según Lucas Joppa, el director de Ambiente de Microsoft y
asesor del informe, “con la aceleración de la inversión y desarrollo de
inteligencia artificial, tenemos el potencial de no solo mitigar el riesgo
asociado con la crisis climática sino también transformar como gestionamos los
recursos naturales de la Tierra para un futuro climáticamente más estable“.