Los memes son una nueva forma de comunicación de uso común en las redes sociales. Son humorísticos e informativos. También son usados con fines políticos. Ha sido tomado por los usuarios de las distintas redes sociales como la oportunidad de apoyar la libertad de expresión.
Son utilizados para influir en la opinión pública. No en todos los casos su intención es positiva. Con los memes se hostiga a figuras públicas como deportistas, artistas, políticos, líderes sociales.
Los memes ya son una forma de comunicación en redes sociales. Este nuevo lenguaje, transformó la experiencia de comunicación de los usuarios que lo consideran más dinámico, más simple y más divertido. Los usuarios de WhatsApp optan por enviar stickers, ya que una imagen representa mejor lo que quieren decir con palabras.
Los memes son una expresión cultural. Estos pueden ser entendido cuando se cuenta con conocimientos de la cultura donde se originó. Coincide Fernando Padilla Farfán.
Los memes van en función con las edades. Un meme que le pareció divertido a un adolescente de 15 años, un adulto de 50 años tal vez no lo pueda entender. De hecho, los memes pueden ser adaptados al entorno de cada uno.
Paula Quiroga, egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNCuyo (Universidad Nacional de Cuyo, Argentina), expuso en su tesis para la licenciatura en Comunicación Social un análisis acerca de los memes, la tesina se tituló La era del meme: un análisis de la sociedad posmoderna y su vinculación con la política en lo digital. La destacada profesional explica por qué el meme es el formato utilizado por los usuarios para expresarse a través de las redes sociales:
“Este contenido se suele caracterizar por un lenguaje fácil, por eso el meme al estar formado por imágenes atrae más; no está cargado de mucha información, lo que lo hace de rápido consumo y difusión. No tiene límites en cuanto a su formato y en su lenguaje suele valerse de ironía y sarcasmo”, explica Quiroga.
Además de su lenguaje fácil, Paula también afirma que los usuarios utilizan este formato para expresar sus sentimientos y desaprobar las conductas políticas, por lo que encuentran en estos medios digitales un espacio a través del cual pueden rebelarse contra lo oficial o lo hegemónico.
El meme también tiene una base política y es utilizado con el fin de influir en la opinión pública. En relación a esto, Paula afirma que el meme funciona como arma ideológica, ya que los usuarios pueden apropiarse del discurso y lograr un cambio dentro de lo social. Aquí es donde nuevamente se aprecia la transformación de las prácticas sociales con la llegada de los medios digitales: “Los usuarios ya no son receptores de sus contenidos, sino que son prosumidores, es decir, que crean sus propios mensajes y se reapropian de la información que reciben”.
El cibernauta adquiere entonces un rol activo, puede crear y difundir información. A su vez, las plataformas virtuales también dan la posibilidad de interactuar, comentar y opinar sobre la información compartida, utilizando un meme como crítica social.
Este fenómeno alcanza un fuerte poder, la creación de un meme a partir de un acontecimiento social despierta la reacción de otros usuarios, quienes deciden compartirlo porque se sienten identificados. Tal es el poder de los memes, que puede llegar a salir de lo digital e insertarse en la realidad, pudiendo desencadenar, incluso, movilizaciones sociales.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, puede tener algunos inconvenientes para consolidar su proyecto cumbre: la 4ª Transformación, si no cuenta con el apoyo decidido de todos y cada uno de sus colaboradores, así como de gobernadores y presidentes municipales de su partido, principalmente.
El respaldo social que acompaña a López Obrador, ha sido utilizado por algunos mandatarios estatales y municipales, como el vehículo en el cual deban treparse con el falso propósito que desde Palacio Nacional decidan el rumbo a seguir de las entidades que representan. Es decir, se están colgando de las valencianas del que manda en el país, en lugar de asumir su responsabilidad.
No es justificante que haya quienes no tengan oficio político. No contar con experiencia política no es ni pecado ni delito. El error que cometen es no rodearse de los mejores asesores, que los hay en cualquier rincón de México. Es prioritario que los jerarcas locales contraten manos profesionales, que garanticen el éxito de los programas de gobierno. El Presidente requiere de gobiernos locales fortalecidos y productivos, con la autonomía suficiente para la toma de decisiones, buscando siempre el beneficio de las mayorías.
Lo correcto no es imitar al morenista que porta la banda presidencial. Cada quien tiene que hacer su tarea de acuerdo a sus funciones y circunstancias.
Cada estado del país tiene características particulares. Sus problemáticas son diferentes a las de los otros. Cada gobernante debe manejarse con una agenda propia y buscar soluciones de acuerdo a la realidad de cada lugar. Lo que no puedan resolver, por que no tenga solución a nivel local, entonces es válido entrar a Palacio Nacional con la mano extendida. Además, en lugar de quejas, deben llevar bajo el brazo proyectos viables y soluciones reales.
Por ejemplo, no se sabe que en alguna entidad federativa existan planes adecuados para enfrentar la delincuencia. La Guardia Nacional no podrá dar los resultados esperados, si no se construyen las fortalezas de coordinación entre las policías locales y el naciente cuerpo de seguridad pública. Tampoco se conoce si los cuerpos policiacos están siendo depurados y capacitados, a fin de adecuarse a los protocolos y normas de la Guardia Nacional.
El trabajo para conseguir las inversiones que detonen el desarrollo económico esperado, es arduo. Una agenda estatal de trabajo que incluya a la iniciativa privada, da confianza a los capitales locales e internacionales.
Los legisladores federales emanados de MORENA tienen que refrescar su discurso político. Entender que la campaña quedó atrás. La tentación de utilizar la tribuna para el activismo, desdibuja la línea que divide a las campañas electorales de la responsabilidad que corresponde a un legislador en funciones; y, tarde o temprano, tendrá un costo político e histórico.
Destaca la actitud de una corriente de diputados federales morenistas, que han reconocido que abona a la estabilidad política nacional, evitar asumir el papel de comparsa del poder ejecutivo. La creación de los contrapesos al interior de las bancadas de MORENA, apoya al Presidente y fortalece a la democracia. El propio López Obrador lo aplaude.
En las legislaturas locales se observan divisiones e intereses encontrados entre los legisladores del partido del Presidente. Hay liderazgos difusos. Los puentes de comunicación y entendimiento con las fracciones minoritarias no han quedado debidamente construidos.
Algo tendrán que hacer para no caer del ánimo del Presidente y, por supuesto, de la gente.
Actualmente, viajar ya no es la prerrogativa de la ociosidad y la riqueza. Tampoco un derecho de las clases privilegiadas. Ahora, el concepto de los movimientos turísticos se ha democratizado de tal manera, que cualquier familia se puede desplazar a otros lugares con relativamente pocos recursos económicos.
Aunque el primer impulso de viajar en las épocas muy tempranas en la historia de la humanidad, era para practicar el intercambio de mercancías y el comercio entre los pueblos, en la actualidad, el deseo de conocer otros lugares responde al impulso de la gente de satisfacer la necesidad imperiosa de descorrer el velo de la ignorancia y, de paso, elevar su bienestar físico, moral o espiritual. No poco se ha hablado en el sentido de que los viajes también contribuyen al refinamiento de los deseos humanos y el aumento de la experiencia.
Al viajar, igual que en tiempos remotos, los turistas se inclinan más por visitar aquellos lugares que están comunicados por caminos mejor construidos y más seguros. Los lugares que desde ese entonces más visitan los viajeros por placer, son los plagados de interés histórico, las costas y los balnearios que se ubican en lugares con esa maravillosa combinación de clima y paisaje.
También se agregan a la lista de destinos los parques recreativos con atractivos paisajes de montaña, y aquellos donde se pueden apreciar esculturas y monumentos de viejas culturas.
Viajar es una actividad muy agradable que enriquece el pensamiento y perfecciona el discernimiento.
El éxito de cualquier lugar que recibe turistas es cuando antes de concluir su estancia, ya están pensando en regresar. Los factores que convidan al turismo para volver o recomendar ese lugar son: la limpieza en general, el orden en la vialidad y la seguridad pública. Sin embargo, hay un factor que interfiere determinantemente en la afluencia turística: Cuando los visitantes tienen que enfrentar a Agentes de Tránsito que en lugar de orientar a los turistas, hacen de ellos una fuente de ingresos ilícitos. Cuando esto ocurre, los turistas no tan solo no regresan al lugar, sino que lo difunden entre sus amistades.
Sin embargo, hay algo que en nuestro país se ha descuidado y que podría contribuir grandemente a la movilidad turística: Los Paradores Turísticos.
Los Paradores Turísticos, de uso común en carreteras de Europa como las de Alemania y Francia, se construyen en las carreteras menos pobladas para ofrecer al turismo una alternativa para adquirir productos alimenticios y otros que requiera el viajante, en una misma área. Estos Paradores son una suerte de conjuntos multimodales donde en un mismo espacio el turista encuentra gasolineras para vehículos ligeros o pesados, taller para reparaciones menores, cafetería, restaurante, sanitarios, tienda con venta de productos farmacéuticos y, por supuesto, lavado de vehículos y vulcanizado de llantas. A estos servicios se agregan otros no menos importantes como módulos de información turística y la comunicación con las policías. También pueden contar con servicio de grúas y de enfermería. Incluyen cajeros automáticos. Algunos tienen el servicio de hotel.
Está claramente demostrado que la instalación de estos paradores, con la debida proyección arquitectónica y adecuada planeación comercial; contribuyen de manera determinante a incrementar el movimiento turístico, particularmente por la seguridad que ofrece la presencia policíaca no tan solo durante el día, también en la noche. El turista puede programar de mejor manera sus viajes por la seguridad de encontrar lugares que sean una escala en el camino si se trata de viajes de largo itinerario. México tiene territorios extensos, serían una buena opción.
Por cierto, la operación de los paradores no representa ninguna competencia para los restaurantes actualmente establecidos ya que su ubicación, como ya se dijo, es en lugares despoblados. Al contrario, el tráfico turístico se verá incrementado por que aparte de que este sistema es una buena forma de combatir el demonio del tedio, tan peligroso para los viajes largos, contribuye a un clima de seguridad por la posibilidad de encontrar cada 50 o 60 minutos, un lugar con las mismas características.
Por cierto, en los manuales de la SCT se considera la construcción de Paradores, y los define como instalaciones y construcciones adyacentes al derecho de vía de una carretera federal; pero nadie hasta el momento se ha preocupado por promover el desarrollo de los mismos, al menos con las características descritas. Por ello, que importante y oportuno sería que por su potencialidad turística, cualquier Estado del País se viera beneficiado con la promoción por parte de los Gobiernos de los Estados, de este tipo de infraestructura turística, ya que aparte de lo que representa en términos del incremento turístico, también contribuiría de manera importante a la creación de empleos a favor de los habitantes de lugares cercanos, donde también se adquirirían los insumos que se necesitan para la operación diaria de los paradores.
EN LA OPINIÓN DEL INGENIERO FERNANDO PADILLA FARFÁN.
Era 1950 y el cine mexicano estaba en su esplendor. El cineasta español Luis Buñuel ya tenía
éxito, pero estaba enamorado de nuestro país. La película “Los olvidados” fue grabada en Nonoalco, en lo que entonces eran los límites norteños de la Ciudad de México. Y tenía un propósito: una visión desgarradora de los niños de la calle en las grandes urbes. Aquellos de los que nadie habla, los que callan: los olvidados.
El poeta Octavio Paz escribió: “Pero Los Olvidados es algo más que un filme realista. El sueño,
el deseo, el horror, el delirio el azar, la porción nocturna de la vida también tiene su parte. Y el
peso de la realidad que nos muestra es de tal modo atroz, que acaba por parecernos
imposible, insoportable. Y así es: la realidad es insoportable; y por eso, porque no la soporta, el
hombre mata y muere, ama y crea”.
Su nombre original era La Manzana Podrida y, en realidad, no tenía ningún nombre de peso. Se
tenía a Estela Inda, Miguel Inclán y Alfonso Mejía, además de un grupo de niños comandado
por Roberto Cobo, un chico que había salido como extra en varias cintas y un día que
audicionó para una película de Tin Tán se enteró que Buñuel estaba entrevistando para su
nuevo filme. Hizo la audición y se quedó con el rol de “El Jaibo”.
Sin embargo, desde su inicio, la cinta tenía problemas, dentro y fuera. El productor Oscar
Dancingers se opuso a que se incluyeran muchos detalles que resultaban amorales. Jorge
Negrete, líder del Sindicato de Actores, quería evitar su grabación e instó a técnicos y
camarógrafos a abandonarla; una de las peinadoras renunció por la escena en que la madre de
Pedrito, le niega la comida.
Pedro de Urdimalas, escritor de la cinta al lado de Buñuel, pidió que su nombre no apareciera
en los créditos y en la primera función privada que se hizo, Lupe Marí, esposa de Diego Rivera,
y Bertha, esposa de León Felipe, reclamaron al director que era un miserable y lo que
mostraba no era México. David Alfaro Siqueiros por su parte aplaudió el trabajo asegurando
que Luis era un genio nacido para el cine.
Los Olvidados era la primera producción sería de Luis Buñuel y quería hacerlo todo al máximo
de sus posibilidades. La filmó en 21 días entre el 6 de febrero y el 9 de marzo de 1950, pero
aunque la cinta es posiblemente una de las más galardonadas de su cine, él solo recibió dos mil
dólares por ella y no pudo participar en las ganancias de la misma.
Ante las críticas, Buñuel respondió durante una entrevista que estaba orgulloso de su filme “La
libertad total no existe, yo jamás he sido libre, yo soy libre cuando cierro mis ojos y estoy
conmigo mismo sin que sepa que ya estoy viejo. El sistema de inconformidad es esa tendencia
a romperse la cabeza por recuperar la propia libertad, lo que es imposible, es por tanto una
inconformidad permanente de la realidad exterior”.
En los albores de los 50, el presidente mexicano Miguel Alemán estaba planeando la
industrialización en el país, para dejar atrás la agricultura como primera fuente de recursos de
los nacionales, pero el cine estaba en su apogeo, por ello las reacciones ante la cinta eran
violentas.
Se tiene registro de que algunos cines fueron destruidos por los asistentes al estreno en
noviembre de ese 1950, los fanáticos salían furiosos. La llamada “Liga de la Decencia” intentó
expulsar a Buñuel del país y aunque no lo lograron, el director dejó el territorio.
A pesar de los múltiples problemas, Luis Buñuel estrenó su cinta en Europa y la crítica
mexicana tuvo que aceptar la gran equivocación cuando el gran jurado del Festival de Cannes
le dio el premio como Mejor director, en 1951.
La película tiene una trama dura, y a diferencia, por ejemplo, de Nosotros los pobres, no busca
causar lástima sino presentar una realidad diferente a la que se creía que existía en el país.
La historia ―comenta Fernando Padilla Farfán― nos lleva por los barrios más pobres de la Ciudad de México, donde los niños de la
calle son una lamentable realidad. Jaibo (Roberto Cobo) es un
adolescente que escapa de una correccional para reunirse con Pedro (Alfonso Mejía). En
presencia de él, Jaibo mata a Julián, el muchacho que supuestamente le delató. También
intenta robar a un ciego (Miguel Inclán) al que finalmente maltrata. Acompañados de Ojitos y
Meche (Alma Delia Fuentes), el destino del Jaibo y Pedro están marcados por la muerte.
Uno de los despachos de abogados más prestigiados del mundo es el Sidley Austin de Chicago (EUA), que contrata solo a abogados que logran aprobar exámenes que a juicio de los que reprueban, solo los genios tienen la fortuna de aprobarlos. Maestrías y doctorados en las mejores universidades de los Estados Unidos de Norte América, son requisito indispensable. El éxito en la resolución de los casos que ahí se litigan, es total. Las barras de abogados norteamericanas saben del alto grado de dificultad para quienes pretenden formar parte del equipo de trabajo del despacho. Son en extremo estrictos en la selección ―dicen―. Naturalmente que la pretensión de los aspirantes no es nada más la chamba. El propósito es participar de la fama y prestigio de la empresa. Ahí laboraron los abogados Michelle La Vaughn Robinson (Michelle Obama), y Barack Obama. Ahí se conocieron, ahí se enamoraron y en ese tiempo se casaron. Si de suyo es difícil ingresar al Sidley Austin, es más difícil inscribirse en la Barra de Abogados de Nueva York. Uno de los casos más comentados fue el de Hillary Diane Rodham Clinton (Hillary Clinton), ex primera dama, destacada política y Secretaria de Estado. A pesar de su buena fama como abogada y como integrante de la corriente de mujeres que destacan a nivel mundial; intentó –sin éxito-, ingresar a la Barra en tres ocasiones. Sus influencias y elevada posición política no fueron suficientes para cumplir su propósito -o más bien su sueño-. Mejor suerte corrió Ted Kennedy, político, buen abogado y hermano del ex presidente de los Estados Unidos de Norte América, John F. Kennedy, asesinado en Dallas Texas, el 22 de noviembre de 1963. Obtuvo su ingreso en el primer intento. Las acreditaciones que le otorgó esa institución, le proporcionaron el prestigio que necesitaba para perfeccionarse como autoridad en el litigio. Estas historias las detallo para destacar que un joven talentoso radicado en la Ciudad de México, logró ingresar ―en el primer intento― a la mencionada barra de abogados y al Sidley Austin, como asociado extranjero en el grupo de trabajo para asuntos en Latinoamérica, con especialidad en fusiones y adquisiciones, derecho financiero, mercados de capital, derecho inmobiliario y asuntos corporativos en general. Fue tal la trascendencia del inaudito caso del joven abogado, que la firma Greenberg Traurig, S.C., uno de los mejores despachos en el mundo, con más de 1,800 abogados y más de 33 oficinas ubicadas a lo largo de Estados Unidos, Europa y Asia, le extendió una distinguida invitación. La cortesia aportó excelentes resultados. Desde meses atrás, el despacho ya funciona en la capital del país desde donde ofrece sus servicios a México y a toda Latino América. Lo dirije uno de los abogados más destacados en México en matéria corporativa, Luis Rubio Barnetche, como socio director de las oficinas en México. Obviamente, uno de los integrantes de ese corporativo es el abogado Hugo López Coll. Lo interesante del asunto es que, los abogados del mencionado despacho, cuentan con licencia para litigar en otras jurisdiciones del extranjero.